Los candidatos concentran sus esfuerzos en San Pablo, Río de Janeiro y Minas Gerais. El presidente busca captar el voto joven, mientras el líder del PT intenta recortar la desventaja entre los evangélicos. El viernes será el segundo y último debate
Dentro de una semana, Brasil habrá elegido a su presidente. Pero a siete días de la votación, todavía es difícil predecir quién ganará y, sobre todo, qué ocurrirá tras estas elecciones históricas que han visto al país, por primera vez literalmente dividido en dos. En la primera vuelta, recordemos, las predicciones de una victoria contundente del candidato Luiz Inácio Lula da Silva, con la consiguiente denuncia de fraude en las urnas electrónicas por parte del presidente Jair Messias Bolsonaro, chocaron con la realidad de los hechos, es decir, un contundente cara a cara.
En las últimas horas se ha producido una escalada de violencia, con el llamativo caso del ex diputado Roberto Jefferson, del Partido Laborista Brasileño (PTB), bajo arresto domiciliario en Comendador Levy Gaspar, en el estado de Río de Janeiro. Tras ofender a la jueza del Supremo Tribunal Federal (STF) Carmen Lucia, el mismo tribunal ordenó su detención, pero cuando la Policía Federal llegó a la casa de Jefferson, fue recibida con disparos y granadas. El ex diputado se encontraba en su casa, en prisión domiciliaria preventiva acusado de “participar en una organización de milicias digitales creada para atacar virtualmente las principales instituciones judiciales del país”.
Fuente: INFOBAE